Liner notes del álbum por Jairo Hernán Grijalba.
La obra del genial compositor matancero Arsenio Rodríguez (1911-1970) ha inspirado durante varias décadas a cantantes, músicos y bailadores de todas partes del mundo. Su influencia, enorme y persistente en la música popular de la actualidad,
cada vez está siendo más reconocida.
Centenares de sus sones, guaguancós y boleros circulan con entusiasmo de mano en mano entre los coleccionistas de los cinco continentes y con frecuencia reaparecen versionados por intérpretes de actualidad, alegrando la vida de miles de
seguidores.
Las claves del son y del guaguancó así como también la estructura del conjunto que Arsenio consolidó en la década del cuarenta en Cuba se expandieron por toda América en un explosivo reguero de sabrosura a través de las orquestas de salsa
de los años setenta que relanzaron sus inigualables montunos mediante una escalada de sandunga sin precedentes en la historia de la música latina, convirtiendo al “Brujo de Macurijes” en la figura central del nacimiento de la salsa
como la expresión más viva y tangible del nuevo barroco latinoamericano. Los salseros originales, surgidos en las barriadas latinas de Nueva York, en el Bronx y en el Spanish Harlem, impulsados por las florecientes industrias del disco
y del espectáculo, no solamente retomaron de Arsenio Rodríguez los hallazgos más novedosos de su estilo (incluyendo el formato orquestal del conjunto convertido en orquesta estándar de salsa) sino que echaron mano de sus composiciones,
utilizando al menos dos centenares de ellas para darle contenido a las grabaciones salseras, un nuevo “género musical” que para entonces (hablamos de la década del setenta) contadas excepciones carecía de repertorio propio.
Ahora reaparecen en los Estados Unidos las composiciones esenciales del “Ciego Maravilloso” con la nueva producción del reconocido cantante habanero Luis Bofill titulada “Arsenio Essential”, un extraordinario trabajo discográfico hecho
en Miami con total respeto por la obra original del legendario tresero cubano.
Grabado con el formato de conjunto que caracterizó la música de Arsenio Rodríguez en La Habana y Nueva York (dos trompetas, piano, contrabajo, tres, conga y bongó) Luis Bofill presenta al público del mundo los temas “El reloj de Pastora”,
“Qué mala suerte”, “Papaupa”, “Bruca maniguá”, “La cartera”, “Tumba y bongó y el inmortal bolero “La vida es un sueño”. Igualmente fueron incluidos en el disco “Semilla de cañabrava” y “No me llores” dos números de la autoría de Lilí
Martínez, el pianista y arreglista que trabajó con Arsenio en Cuba en la década del cuarenta. El disco “Arsenio Essential” además contiene un medley en el que fueron reunidos los temas “Hachero pa’ un palo”, “Tintorera”, “Mami me gustó”,
“Dundumbanza” y “Fuego en el 23”. Un grupo de grandes músicos participaron en esta producción discográfica contribuyendo de manera decisiva a darle su sabor original, entre ellos, Orlando “Landy” Mosqueda, productor musical, arreglista,
pianista y percusionista, los bajistas Edward Magdariaga y Yorgis Goiricelaya; no podían faltar la sabrosura del tres, las congas, el bongó y las trompetas, instrumentos que identifican los sones montunos de Arsenio, tocados por Alfredito
Rivero, Juan Pablo Romero, Yoel del Sol, Raymer Olalde y Osvaldo Fleites, complementados por los coros y el güiro de Arnedo “Johnny el Gordillo” Silva.