Por: Antonio Alvarez Ferrando
Desde muy pequeño te atrajo la fotografía y el cine ¿Cuáles consideras que son tus principales influencias cinematográficas?
– Me encanta el cine de Robert Altman, de Woody Allen, Almodóvar, Antonioni. También me gusta mucho de lo que se hizo en el Neo realismo italiano y soy consumidor de mucho cine de todo tipo, incluyendo muchos directores contemporáneos a mí.
¿Qué género musical creciste escuchando?
-Crecí escuchando mayormente rock y música latina. En Panamá en las estaciones de radio ponían de todo, y en mi casa, mi hermano y yo poníamos Heavy Metal y mi mamá nos torturaba con Julio Iglesias y Roberto Carlos- Ya cuando fui a la universidad me empezó a gustar mas la música latina, la salsa, el latin jazz, y también reggae y jazz.
En una entrevista te confiesas fanático y amigo de Rubén Blades. ¿Desde cuándo surge esa amistad y cómo se conocieron?
–Nos conocimos hace unos 10 años, cuando hice mi primera película titulada “Chance”.
¿Por qué hacer un documental sobre la vida de Rubén Blades?
-Porque lo considero un artista muy importante para Latinoamérica, tanto como músico como poeta y pensador.
¿Cómo y cuándo surge la idea de documentar la vida de Rubén Blades?
-En reuniones casuales con él, en su casa, me contaba anécdotas y cantaba a Capella. Yo siendo documentalista no podia aguantar la angustia de no grabarlo, pero no le decía nada. Una vez mi hijo Adam me preguntó quien es el que cantaba la canción que estábamos escuchando, que era Ligia Elena, de Ruben, y le empecé a contar sobre Ruben, y contándole todo lo que sabía de él me di cuenta que había mucho de que hablar, y que sería digno de un documental. Así surgió la idea.
Veo el tráiler de Invasión e inmediatamente se me viene a la mente la canción Tiburón. ¿Quizá esta afinidad, digamos, socio-política fue algo que sumó para que hagas el documental?
-Seguramente las ideas de Ruben a través de sus canciones me influenciaron consciente e inconscientemente.
¿Rubén aceptó la propuesta del documental a la primera o tuviste que convencerlo?
-No me gusto convencer a nadie de ser filmado, especialmente si se trata de un documental sobre su persona. Yo creo que cada uno debe tener sus interese claros por los cuales quiere hacer o participar en un trabajo. Una vez que esos intereses te levan a tomar una decisión, ya no hay necesidad de convencer a nadie. Rubén es muy serio con sus compromisos. Le pregunté, dijo que si, y lo demás fue cuestión de poner la fecha para la primera grabación.
¿Cuándo empezó el rodaje, aproximadamente?
-Hace unos tres años.
-¿Durante el rodaje hubo alguna canción de Blades que te inspiró?
El cantante.
– Muchos artistas no suelen preservar su archivo fotográfico o audiovisual. ¿Cómo le fue con Rubén en ese aspecto?
-Rubén tiene bastantes fotos en la casa, pero la mayoría de su archivo está ahora en la biblioteca del departamento de música de Harvard.
¿Se invirtió más tiempo en rodaje o en postproducción?
-En post producción el tiempo total es mayor, ya que es concentrado. Fueron 16 semanas de edición y unos 4 meses de post de imagen y sonido.
¿Qué tanto se parece Rubén Blades a sus personajes de denuncia social que proyecta en sus canciones?
-Creo que Rubén tiene un poquito de todos, o mejor dicho sus personajes todos tienen un poco de él. Pero él es otro, y al ser una persona y no un personaje, es mucho más difícil o imposible de definir. Está lleno de sorpresas.
¿En el documental se abarcan temas polémicos como su pelea con Colón o su diferencia con Fania?
-Se abrazan algunos temas polémicos pero a manera de información, de historia, no con el deseo de ser amarillista o de contar bochinches. Me gusta concentrarme en lo que para mi es esencial, y en este caso sería Rubén Blades el cantautor y su obra.
En un concierto en Buenos Aires, Rubén contó su admiración muy especial por Piero. ¿Le contó a usted esto?
-Si por ahí lo tengo grabado creo.
¿Qué es lo más anecdótico que te ha ocurrido durante la filmación del documental?
-Pasaron tantas cosas que no tengo una preferida. A mi me encantan los detallitos inesperados, que se escapan a la imaginación, como las cosas que dice la gente cuando se encuentra con Rubén en la calle, o su interacción con sus vecinos, cosas que no son realmente importantes para el documental clásico pero que en cierto modo hablan más de la persona que sus hazañas más grandes.
¿Es cierto que HBO adquirió los derechos para transmitirla en territorio norteamericano?
-No hay detalles por ahora.
¿Desde cuándo se verá el documental en Perú, Colombia o México, donde Rubén tiene una gran cantidad de seguidores?
Va a estar en cines en Colombia, México, Panamá, Costa Rica, El Salvador y Guatemala el 30 de agosto. En Argentina será en septiembre. Se están coordinando estrenos en Perú y otros países del Caribe.
En 2014, su documental Invasión representó a Panamá en la carrera por los premios Oscar ¿Considera que ‘Yo no me llamo Rubén Blades’ alcance similar logro?
-Veremos si llegamos a tiempo y como somos seleccionados para representar a Panamá este año en la lista de los Oscar. Crucemos los dedos.
¿Qué proyectos documentales tiene usted a mediano o largo plazo?
-Estoy ahora trabajando en un largo de ficción que se llama Plaza Catedral. Luego quiero hacer un documental personal.
¿Volvería a hacer otro documental basado quizá en la vida de otro salsero?
-No tengo planes de hacer docs de otros salseros. Pero una nunca sabe. Me encanta el género, y me encanta la música en general.
En una entrevista que te hicieron en abril comentaste que Rubén aún no había visto el documental ¿Sabes si ya lo vio? ¿Te dio alguna opinión al respecto?
-Todavía no. Él lo apoya, pero prefiere no verlo. Estamos de acuerdo en que su vida no cabe en hora y media de película, así que me parece curioso e interesante que no la vea, aunque obviamente estaré contento de mostrársela en algún momento y saber su opinión.
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