Dedicamos nuestra sección a Juan Clímaco Formell Cortina, o mejor Juan Formell, uno de los músicos cubanos más importantes de los últimos cincuenta años.
Nuestro homenajeado nació en el barrio Cayo Hueso de La Habana el 2 agosto de 1942, y falleció en la misma ciudad el 1 de mayo de 2014.
Juan Formell tuvo una enseñanza musical muy especializada y una serie de maestros que lo formaron de un modo muy completo. Aprendió a tocar el piano, la flauta, el contrabajo, teoría musical, solfeo, el contrapunto, la armonía, la orquestación y las técnicas para hacer arreglos musicales. Fue alumno de su padre, Francisco Formell Madariaga, y de maestros tan distinguidos como Antonio Taño, Armando Romeu, Félix Guerrero, Rafael Somavilla, Orestes López, Odilio Urfé, Lino Socarrás, y Orestes Urfé.
Se fogueó en su adolescencia tocando en orquestas de cabaret, radio y televisión, y se hizo profesional en el año 1962, cuando trabajó como bajista de la banda de música de la Policía Revolucionaria. También tocó con la orquesta del Hotel Habana Libre.
En 1968, hizo parte como director musical de la orquesta de Elio Revé; luego trabajó durante dos años con Elena Burke, con quien realizó varias grabaciones de composiciones de su autoría; y también hizo parte de la orquesta del charanguero y danzonero Guillermo Rubalcaba, y posteriormente de la orquesta del pianista cubano Pedro Jústiz.
Es posible que Juan Formell tenga dos fuentes de inspiración: la primera es Beny Moré y la Orquesta Aragón; la segunda, un ecléctico grupo de estilos formado por la música brasileña y por una serie de ritmos que llegan a Cuba, provenientes de Estados Unidos: el rock, el twist, el a-go-go y el shake de la década de los años sesenta. En ese entonces, nuestro homenajeado se iniciaba como compositor, especialmente en el shake, el cual tenía la peculiar versatilidad para mezclarse con los ritmos cubanos que estuvieron de moda por entonces: el pilón, el mozambique, el pa'cá, el guaguá, el mozanchá, el chiquichaca y el guapachá. De hecho, en su época con la Orquesta Revé, Formell popularizó el changüí 68, una versión moderna del tradicional ritmo del oriente cubano fusionado con el shake.
En 1969, Formell se retiró de la orquesta Revé y fundó Los Van Van. Desde entonces, decir Juan Formell y decir Los Van Van es referirse a una misma entidad creativa y enriquecedora de la Máxima Expresión del Barrio Latino. Bajo la dirección musical de Formell, la orquesta se convirtió en una de las más importantes e innovadoras de la música cubana. Su mayor aporte fue la incorporación de instrumentos eléctricos —provenientes de los ritmos norteamericanos que lo influenciaron— a la base afro-española de la música cubana tradicional.
Con esta fusión, el maestro Juan Formell desarrolló un estilo propio y creó, junto a José Luís Quintana “Changuito”, un ritmo que denominó el songó, al incorporar el bajo y el teclado eléctrico en reemplazo del contrabajo y el piano acústico, con lo que logró dar a su música una nueva sonoridad.
El primer álbum de Juan Formell con su agrupación fue en 1969 y se tituló Los Van Van, Vol. I. La última grabación del maestro se publicó en 2015 como un homenaje póstumo, justo un año después de su muerte. El álbum fue seleccionado por el maestro antes de su fallecimiento, y se grabó en 2014.
La extensa carrera musical del maestro Formell, en particular junto a su orquesta, le permitió grabar alrededor de sesenta trabajos musicales en todos los formatos, desde el de 45 rpm hasta el DVD. Este legado musical se encuentra disponible en la sección discográfica que tenemos en nuestra página.
Además de múltiples composiciones y canciones, Juan Formell compuso música para comedias musicales y películas, es un maestro en la creación de temas humorísticos y costumbristas.
La temática en la música y canciones de los Van Van hace referencia a lo pícaro, la ironía y el costumbrismo propios del cubano, en el extenso cancionero del maestro Formell se destacan temas como: “Anda ven y muévete”, “Artesanos del espacio”, “Chirrín chirrán”, “El baile del buey cansao”, “El martes”, “El negro no tiene ná”, “Eso te pone la cabeza mala”, “La Habana no aguanta más”, “La titimanía”, “Llegué, llegué”, “Ponte para las cosas”, “Por encima del nivel”, “Que no, que no”, “Qué vola, qué bolón” “Sandunguera”, “Te traigo” y “Yuya Martínez”.
Las giras y conciertos de los Van Van de Cuba, y las ciudades en las que se han presentado, son innumerables: son más de 45 años de trayectoria musical. También han recibido premios, reconocimientos, menciones de honor, discos de oro y platino, e incluso premios Grammy. En 1999, le otorgaron el Grammy Latino por mejor interpretación de música salsa con su disco Llegó Van Van (Van Van está aquí). Y en noviembre de 2013 recibió el Grammy Latino por la Excelencia Musical, en una ceremonia en la ciudad de Las Vegas.