Este mes hacemos homenaje a uno de los pilares de la música cubana y afro-antillana. Se trata del cantante, tamborero y compositor Miguel Ángel Eugenio Lázaro Zacarías Izquierdo Valdés, a quien conocemos en el mundo de la música latina como Miguelito Valdés. También se le conoce como “Míster Babalú”, apodo que le fue puesto a Miguelito Valdés en 1946 por el presidente norteamericano Harry S. Truman.
Es, sin duda, uno de los más prodigiosos cantantes que diera Cuba, quien se convirtió en un icono de la música latina, cultivó distintos géneros musicales cubanos como el bolero, el son y la guaracha, la rumba, la guajira, el pregón, el guaguancó, la música Afro y la música santera; se constituyó en un pilar fundamental entre los cantantes surgido en la mayor de las islas del Caribe. Sus innovaciones vocales lo hicieron el artista más popular de música latina en la década de los cincuenta, grabando con diversos grupos y para diferentes empresas disqueras.
Miguelito nació en el barrio Belén de La Habana, Cuba, el 6 de septiembre de 1912. Apenas cursó los estudios primarios en la escuela Emiliano Zapata del mismo barrio, pero desde esa misma época temprana mostraba ya su afición por el canto y la percusión.
Su familia se mudó a vivir en el Barrio Cayo Hueso, cuna de cantantes y rumberos. En ese barrio, y a lo largo de su juventud, realizó actividades como la mecánica y el boxeo. Pero su futuro estaba señalado en la música. En 1927, con apenas quince años de edad, se vinculó al Sexteto Habanero Juvenil como cantante. También interpretó el contrabajo, el tres y la guitarra. Trabajó con María Teresa Vera como corista, e hizo parte de Los Jóvenes del Cayo en 1929.
Nuestro homenajeado viajó a Panamá en 1930, donde trabajó con varios grupos musicales. Regresó a Cuba a hacer parte de la orquesta Hermanos Castro, y de una de las más populares agrupaciones de la época, La Orquesta Casino de la Playa, a la que se consideraba como una escuela de músicos en La Habana. Miguelito realizó presentaciones, giras y grabaciones con esta orquesta, y con ella grabó el tema “Bruca maniguá” de Arsenio Rodríguez, el cual se convirtió en un gran éxito.
La primera composición de Miguelito Valdés grabada en un disco fue el bolero-son “Dolor cobarde”. También grabó, en febrero de 1939, el tema “Babalú”, de Margarita Lecuona, el cual se publicó en ritmo de Afro y se constituyó en el sello personal del cantante cubano. Su capacidad creativa incluye boleros, rumbas, congas y afros, como puede verse en el Anexo Uno que asociamos con esta breve presentación.
Su carrera como solista se inició en 1942, por varios años se presentó en programas de televisión e hizo parte en diversas películas, de las cuales enumeraremos algunas en Participación en películas. Miguelito trabajó con muchos grupos: con el Septeto Nacional, con la orquesta Havana Riverside; con la banda Xavier Cugat, que tocaba en el hotel Waldorf Astoria de la ciudad de Nueva York, y con la que realizó presentaciones y grabaciones publicadas en disco, entre las que se cuenta el éxito “Perfidia”.