Esta noche, en el cierre del festival dominicano de cine se presenta en Premier.
El documental incluye un concierto de aniversario, que es el último concierto de La Fania, la pieza es un componente de varias cosas, hay una dramatización con el actor dominicano Danilo Reynoso, que encarna a Pacheco en la década de los 70’s, cuando recién inaugura La Fania. Los diálogos en todo momento son de Pacheco hoy día. También contiene material de las películas anteriores, incluyendo testimonios de salseros de gran altura como José Alberto “El Canario”, así como compañeros de la música y la vida como Rubén Blades, Ismael Miranda, Isidro Infante, Eddie Montalvo, Marc Anthony, Oscar de León, Milly Quezada, Papo Lucas, Bobby Valentín y Willie Colón e incluso del reciéntemente desaparecido Cheo Feliciano quienes relatan la historia de la salsa con Jhonny Pacheco como protagonista.
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Villalona, joven director nativo de Santiago y con estudios de cine en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, sale a buen camino en este proyecto su encargo de mayor responsabilidad, luego de haber sido productor en el 2010 de Big Band Núñez, evidenciando una preferencia y una actitud por la música en pantalla que lo diferencia, y al hacerlo logra el sentido de homenaje casi épico al hombre-artista generador de un estremecimiento social latino.
Villalona inició su carrera asistiendo en dirección en producciones considerables como The Lost City (Andy García, 2005), y tuvo su experiencia dominicana con La Maldición del Padre Cardona (Félix Germán (2005), deja sentir una mano experta en el manejo documental, a la que sólo le faltó una conexión mejor lograda con ficción, bien encanada por el joven actor Danilo Reynoso. Algo no funcionó en ese aspecto y fue un asunto no actoral sino de concepción es ese elemento. Su trabajo, que no es perfecto, es respetable y merece el encomio y la admiración por mostrar en este resultado, una muy digna producción que logra su objetivo y que llena de músicas y lágrimas el alma.
Con buen diseño de imagen y universo sonoro, se destaca la masterización de la música, fundamental para un proyecto a un creador del nivel de Johnny Pacheco, quien no pudo contener las lágrimas al presenciar Yo soy la salsa, en la apertura del V Festival Fine Arts, al igual que muchas otras personalidades que vieron humedecer sus ojos con por el impacto emotivo. Ese y no otro es el es el mejor reconocimiento a la labor de este joven director Villalona, quien establece ahora un sinónimo de respeto en el ambiente fílmico dominicano.
La página web www.pacheco.com hace el honor de tomar esta reseña y foto de www.elnacional.com.do como versión oficial para su portal, dando a conocer la proyección de la película de apertura. Sólo le falto acreditar la fuente, pero se lo excusamos. De seguro que fue la emoción. Pacheco es un hombre muy correcto en todos sus pasos, pero de seguro que no es él quien maneja esos detalles.
Yo soy la salsa es justicia y emoción desde un docu-drama, gracias a la fuerza popular del ritmo que comporta, el embrujo del movimiento de la salsa que lanzaron Johnny Pacheco y Jerry Masucci, por la fuerza de la moda retro y por la validez y vida artística de quienes le acompañaron en aquellos conciertos más propios de una estructura social, que de una moda rítmica de circunstancia montada en el rictus de la conga, la flauta y las voces penetrantes e inolvidables de sus intérpretes.
La no conexión entre documental y ficcciòn arroja una sensación de excelencia interrupta, que no será tomada en cuenta por el público, entregado al furor de la música tropical y a la obra de un pepinero de Santiago que ahora (hace unos años) es apenas recién descubierto por las actuales generaciones.
José Rafael Sosa
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Yo soy la salsa, acertadamente seleccionada como película de apertura del V Festival Internacional de Cine Fine Arts, es un trabajo que crea un precedente para la pantalla de los cines comerciales, teniendo como referencia a Sol Caribe, (Félix Limardo, Mairenì Films, 2009) es inusual por su tema, sus manejo de contenidos de archivo y actuales y su técnica, que resume el tremendo logro de Villalona, sobre cuya figura de joven mulato, se habrán de posar muchos focos de producción futura, sobre todo en la línea del documental musical, aun cuando debe evitar el encasillamiento en el género. Es bueno. Tiene consistencia, sabe lo que busca aun cuando pierda parte de la intención en el intento.
La producción maneja con limpieza la conexión de conciertos de archivo, con la filmación del concierto en el salón La Fiesta, del hotel Jaragua, en que se yuxtapone el mismo tema cantado en dos épocas y momentos distintos.
Los testimonios de los artistas de época: Cheo Feliciano, Pete Conde Rodríguez, Luis Perico Ortiz, Cheo Feliciano, Rubén Blades, Roberto Roena (el más emotivo y a quien se le quiebra la voz de emoción al referirse a Pachecho) Cuco Valoy, Ramón Orlando y Marc Antony, quien revela cómo Pacheco le apoyó en los difíciles inicios de su carrera, son emotivos y de gran fuerza histórica.
FICHA TECNICA
Dirección Manuel Villalona
Producción: Charanga Films,
Patrocinio: Banreservas
Distribución: Caribbean Film Distribution
Productor ejecutivo Andrés Van der Horst
Guión: Enrique Soldevilla
Dirección musical de Ramón Orlando e Isidro Infante
Elenco: Danilo Reynoso, (actor que representa a Pacheco), Testimonios y actuación musical: Ismael Miranda, Oscar de León, Cheo Feliciano, Milly Quezada, Amara, Adalgisa Pantaleón, Alex Matos, Sexappeal, Michell, José Alberto, (El Canario), Cuco Valoy, Mozart La Para, Cheo Feliciano, Roberto Roena, Rubén Blades.
SINOPSIS
Más que un género, la salsa fue un movimiento cultural que surgió en un momento de necesidad de fortalecimiento de la cultura latina y se propagó por el mundo con tal fuerza, que 50 años después sigue moviendo los pies de los bailadores en los rincones más inhóspitos del mundo. En el corazón del movimiento está la figura de Johnny Pacheco, quien conoceremos como uno de los grandes responsables del legado musical del género salsa.
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