Para Jorge Duque la moda es democrática: “Todo el mundo tiene acceso a la moda, todo el mundo tiene derecho a ser inolvidable”.

Sabemos que Latina estéreo, colección que presenta en Colombiamoda 2015, tiene que ver con una etapa de su vida, ¿cómo nació esta propuesta?

A mí me encanta ser latino, soy ‘hiperlatino’. Nosotros los latinos tenemos una exuberancia que nace con nosotros, y ser exuberante no tiene que ver con lo voluptuosos que somos, es algo que tenemos, hasta en el acento, es fantástico.

Uno está en Nueva York, en Moscú o en Tokio, ve una latina y algo pasa, a un kilómetro se puede decir que es latina: en el cómo siente la figura, el cuerpo, el caminar.

Entonces, en algún momento, hablando con una editora muy importante, estábamos hablando del tema latino, de que soy colombiano, de una pregunta que me hicieron sobre el narcotráfico y la violencia. Yo lo acepté y dije: sí, mi familia perdió seres queridos, somos víctimas de la violencia. Me dije que era momento de asumir, de contar el final de mi adolescencia, la Medellín que me tocó, en la que escuchaba esa emisora Latina Estéreo.

¿Qué de ese momento retomó para Latina estéreo?

Me suena a Fania All-Stars, a congas, tiene mucho color, texturas, vicio, sordidez. Están la salsa, la felicidad disco.

Recuerdo que íbamos, veníamos, rumbeábamos, celebrábamos, íbamos a bailes, y de repente explotaba una bomba. Con todo eso, al otro día estábamos igual comiendo cono, yendo a no sé dónde. Aprendimos a vivir entre la belleza, la violencia, la fealdad y la rudeza.

¿Cómo delineó a su mujer latina?

Esta colección se convierte para mí en una declaratoria social de las circunstancias latinas, de cómo creamos un color particular en Latinoamérica.

Es una exaltación a la mujer latina, que es sexy, pero que no es voluptuosa. Por el contrario, es refinada, tiene una estética que se identifica en cualquier lugar del mundo.

Los colores van desde grises, con anaranjados, el color madera, verdes. Tiene parches en amapolas, esculturas hechas en madera, collage. Hay avionetas, de esas que sirven para las fumigaciones; los animales, como los que ese señor tenía en su finca. Hay muchas flores, grafitis, ese despertar de nosotros a los movimientos urbanos, que se da en los 80, antes éramos muy retardados.

¿Por qué eligió materiales tan diversos?

Jean, primera vez que trabajo el jean, y busqué el que le compraban a uno en ese tiempo para el uniforme, con gramaje fuerte, con una carga súper bonita desde lo retro. No quería nada pesado, quería purismo.

Están los chicles, recuerdo que uno comía todo el día chicle y desarrollé algunas en cristales.

Hay sedas puras, estampación digital. Hice unas pacas de marihuana divinas con tejedoras de La Guajira, entonces un buzo es como un moño de marihuana en tela, con tejidos fantásticos, el mismo color, como cuando confiscan marihuana; es para mí como un referente pop. Quería hacer un ‘moño’ de marihuana en tela y así fue.

Es una temática que puede ser fuerte para muchos, ¿no siente temor?

Creo que el mundo está preparado para recibir toda esta sublimación. Con todo este caos social que estamos viviendo ahora, se puede ver esto sin tabú y decir: sí, eso es así.

Llaman la atención los estampados, las figuras que hay en sus prendas, ¿quién las elaboró?

Quiero resaltar a Juan David Ortiz, quien es un teso. Este ilustrador, profesor de la Colegiatura Colombiana de Diseño, creó las figuras de los estampados.

Son amapolas y bulbos de amapola destilando, como gotas de heroína. Están las avionetas. Juan las ilustró especialmente para mí, en técnica de grabado.