ÁLVARO P. RUIZ DE ELVIRA Vancouver 5 AGO 2015
Rubén Blades (Ciudad de Panamá, 1948) se sienta frente a tres periodistas como si estuviera ante una corte que le va a examinar de una asignatura de la que es un maestro. Tranquilo, serio y con la mirada astuta del que se las sabe todas. Sus compañeros de rodaje le tildan de "sabio". Y de lo que no conoce, pregunta, investiga, aprende. Poco a poco va desgranando detalles de su trabajo en Fear The Walking Dead (AMC la estrena el 23 de agosto), donde interpreta a un refugiado de El Salvador que vive en Los Ángeles en el momento en el que se desata un apocalipsis zombi. "Mi personaje es un superviviente. Nuestras reacciones están establecidas por exigencias morales. Cuando estás en una emergencia, todas esas exigencias desaparecen".
Está a gusto y sabe cómo captar la atención de los reporteros. Durante una hora, sentado frente a una mesa en un set de rodaje a la afueras de Vancouver donde graba la serie, la conversación acaba dirigiéndose hacia los amigos ausentes, como García Márquez o Paco de Lucía, y hacia sus otras pasiones: música (no solo salsa), literatura, política o su colección de más de 15.000 cómics. Neal Adams, "uno de los mayores creadores de cómic", le puso su nombre a un villano de una entrega de Batman y, pese a haber sido ministro de Panamá, haber grabado más de una treintena de discos con artistas tan dispares como Gustavo Dudamel, Bob Dylan o Sting, haber participado en películas con Robert Redford o Jack Nicholson y estar ahora inmerso en una de las sagas televisivas más reconocidas de la cultura popular, esa aparición mínima, el hecho de que un personaje clásico de los tebeos como Batman cite su nombre en una conversación, es de las cosas que más satisfacción le ha dado. "Me compré una decena de ejemplares, estamos hablando de Batman, lo mejor de lo mejor", dice.
Blades, aunque su nombre debería pronunciarse Bleids, ya que el apellido viene de un abuelo inglés ("es tarde para arreglarlo", dice), no hace más que recibir elogios de sus compañeros de reparto. Dicen que es una leyenda, una enciclopedia y que tiene mucho talento. El músico ríe y pone ejemplos para desmontar esas loas: "Una vez me invitaron a tocar en Nueva Orleáns y el título del concierto era Leyendas Vivientes del Jazz. Les escribí de vuelta, les di las gracias, pero les dije que solo estaba cualificado con una parte…¡viviente!"; "Solo dicen que soy una enciclopedia porque leo mucho. Junto a mi cama tengo dos montañas de libros. Ahora estoy con Borges, que no mucha gente sabe que también era un poeta. Así que leo uno de sus poemas y luego escribo uno yo basado en el suyo o hago una reinterpretación. A veces lo mezclo con lo que he escrito". "Sé más de lo que sé. Puede que conozca cosas que son totalmente inútiles, pero oye, ¡no me importa!", reconoce Blades.
El artista acaba de publicar un disco, Son de Panamá, pero anuncia que prepara otros cinco a la vez. "Ahora tengo el tiempo para hacerlo. Según envejeces, descubres que tienes más pasado que futuro, tienes que empezar a organizar tu tiempo. No puedes decir, lo haré mañana. Llegas a una edad en la que tus amigos comienzan a morirse". Blades lo dice y lo siente profundamente por su amigo Paco de Lucía: "Iba a grabar un disco con él, que en paz descanse, y murió de pronto. Su fallecimiento me golpeó de forma muy dura, porque mi recuerdo de Paco es de estar con él en Puerto Rico, hablando toda la noche, con su hijo y su mujer, feliz, con la banda. Ese álbum no tuvo lugar y, con Paco en mi cabeza, pienso que quiero hacer todos los discos que pueda ahora y después ya tendré tiempo para hacer otras cosas".
Blades dice haberse organizado, pero sin tener manager. "He hecho muchas cosas, algunas raras, así que prefiero no tenerlo. Es un problema, pero me da el placer de vivir". El cantante lo ejemplifica con dos de las cosas que le han tenido ocupado en la última década. Entre 2004 y 2009 fue ministro de turismo de Panamá (anteriormente se había presentado a presidente en 1994, cuando quedó en tercer lugar con el 20% de los votos). "Estuve cinco años en el Gobierno. ¿Qué hace un manager ahí? Estoy al cargo de 444 personas, ¿qué va a decirme? Pues lo que va a decir es 'no hagas eso porque entonces no voy a conseguir mi 10%, lo que tienes que hacer es cantar y hacer películas". También recuerda que fue a la facultad de derecho de Harvard, donde se licenció. "¿Crees que un manager va a decir 'estudia y pierde dos años más'?".
Algunos medios panameños publicaron a principios de año que Blades se iba a volver a presentar a la presidencia en 2019. El artista dice que lo está pensando, pero que de momento solo prefiere concentrarse en pensar y proponer "un nuevo enfoque, un nuevo paradigma para la administración pública". "Lo importante es la credibilidad, que cuento con un poco, y saber cuánta gente estaría interesada en cambiar la constitución y las leyes. La gente quiere la tortilla, pero que no se rompan los huevos", dice. De momento le espera el posible éxito que Fear The Walking Dead le pueda proporcionar. Él está curado de espanto, pero igual le quitará más tiempo de acabar colecciones de cómics o de volver a la carretera a presentar su nueva música. Cualquier cosa será bienvenida para ser más sabio y seguir vivo.
El "coleccionista completista" de cómics
Á. P. R.
Rubén Blades está inmerso en el rodaje de Fear the walking dead (cuyo estreno será en el canal AMC el 23 de agosto). La serie está basada en los cómics de zombis de Robert Kirkman y es una ficción que acompañará a The walking dead, cuya sexta temporada llegará en octubre. A Kirkman no le conoce, pero espera hacerlo pronto: "Voy a convenciones de cómics desde 1985 o así. Mis amigos en San Diego van a estar emocionados [esta entrevista se hizo en junio antes de la Comic-Con 2015]. Me gusta ir a buscar mis cómics y conocer a gente, como a Will Eisner o Sergio Aragonés o Rodríguez. Esa gente que estuvo en el underground, que también colecciono. Me gusta Mark Schultz. Espero tener tiempo de ver a mis amigos [Blades asistió para presentar la serie], si no se van a enfadar mucho. Y no me van a hacer más descuentos".
El artista panameño se declara un "coleccionista completista", es decir que no para hasta tener todos los números de una antología. "Comencé a coleccionar de niño en Panamá, en un sitio donde se podían comprar dos por cinco centavos". Pero su madre tiró todos sus cómics y no volvió a comprarse uno hasta que ya de adulto se instaló en Nueva York. Fue tras adquirir un Four Color. El primero fue Thumper Meets Snow white The Seven Dwarfs, "sin anuncios en la parte posterior, muy difícil de conseguir". Todavía lo conserva: "Luego compré uno en mejores condiciones, porque ese primero estaba quemado por un lado. Pero lo ví y recordé que me gustaba esa película de cuando la ví con mi madre, así que lo compré". Desde entonces su colección ha llegado a 15.000 volúmenes, con colecciones completas de Action One o Detective 27.
"Algunos son más dificiles que otros. No puedes encontrar The Yellow Kid por ejemplo, es muy difícil. Es del siglo XIX. Yo tengo tres, pero son muy difíciles de encontrar, nunca se ven en las subastas". Ahora está con Wonder Woman, de Sensation Comics, pero le está costando: "Alguno de estos tomos salieron durante la II Guerra Mundial, y en ese tiempo hubo complicaciones con el papel, así que algunas tiradas fueron muy limitadas y la gente, las madres tiraron cosas a la basura, así que no quedan muchos".