Por Rosalina Marrero Rodríguez

A un mes del sorpresivo deceso del director musical Raphy Leavitt, la viuda María Milagros Barreto confiesa que no le es fácil tomar una decisión en torno al futuro de la orquesta La Selecta.

Compartió ayer, previo a una misa en memoria de su esposo, que tanto ella como sus hijos están reflexionando sobre lo que hubiera deseado Leavitt para su agrupación.

“Lo que estamos es viendo si terminamos el disco porque él puso tanto empeño”, comentó tranquila “Lalo”, como se le conoce.

Dijo que el material está casi completo, incluidas las fotografías para la carátula, por lo que espera poder publicarlo antes de la época navideña. Apenas resta grabar la voz del tema “La nena”.

Del repertorio, la viuda destacó “Ruiseñor”, una crítica social que ahora le parece una despedida.

“Al final, él como que se despide, y cada vez que me leía la canción, él lloraba”, contó desde el primer banco de la iglesia San Agustín en Puerta de Tierra.

Hasta allí llegaron algunos de los integrantes de la orquesta, entre ellos el cantante Sammy Marrero, que le mostró alguna memorabilia de Leavitt que le han regalado.

La voz de La Selecta, todavía incrédula por la partida de su director, expresó que su deseo es que “se pueda continuar el legado de lo que Raphy hizo, siempre y cuando 'Lalo' y su familia estén de acuerdo”.

La viuda, en tanto, indicó que aún espera por los resultados de la autopsia que se le realizó al pianista y compositor. La demora la tiene angustiada, manifestó, pues ella vio a su esposo salir bien de la operación a la que se sometió para una remplazo de cadera. Contó que Leavitt salió un tanto ansioso de la operación, por lo que horas después le suministraron un calmante con el que se quedó dormido. Transcurrieron unos 10 a 15 minutos, cuando ella se percató que dejó de respirar.

“Lalo”, aún cuando no se acostumbra a no tenerlo, procura escuchar su música todos los días. “Lo siento cerca cuando toco su música”, compartió. “Cada una de las canciones me trae un recuerdo en específico”, agregó la viuda, que ayer no estuvo acompañada de sus hijos porque residen en Estados Unidos.

“Me siento bastante tranquila porque lo ayudé en todo”, agregó mientras recibía el saludo y abrazo de familiares y conocidos.

La misa fue oficiada por el padre Miguel Torres.