La Habana, 13 nov (PL) Los amantes de la música cubana y en especial del Jazz lamentan la muerte de Carlos Emilio Morales, fundador y guitarrista del mítico grupo Irakere. Morales, una figura clave del jazz cubano por su ejecutoria y por su labor pedagógica, murió ayer a los 75 años de edad, y fue sepultado hoy en la capitalina Necrópolis de Colón.

Desde sus inicios se nutrió del mejor jazz estadounidense y entre sus maestros solía citar a Federico Smith, Fabio Landa, Clara Nicola, Jesús Ortega y Chucho Valdés, líder de Irakere. Con esta mítica agrupación conquistó un premio Grammy en 1979 y fue nominado en 1980 y 1998, amén de presentarse en los más famosos festivales de jazz del mundo, como el de Montreaux, Suiza.

Sus seguidores lo definen como un eterno estudioso de su instrumento, lo que le permitía extraer del mismo la gama de timbres característicos de su estilo interpretativo.

Fue profesor de la Escuela de Música Moderna y de la Escuela de Superación Profesional Ignacio Cervantes, e impartió clases además en universidades de California, Boston y Londres. Dueño de una sólida técnica y una imaginación fecunda para la improvisación, Morales fue un pionero en la adaptación de los ritmos cubanos al lenguaje de la guitarra en el jazz.

A su vez, tocó junto a monstruos de la talla de Bebo Valdés, Frank Emilio, Emiliano Salvador, Tata Güines, Changuito Quintana, Dizzy Gillespie, Michel Legrand, Herbie Hancock, Chick Corea, Rubén Blades, Ronnie Scott y Josephine Baker, entre otros.