Por Rosalina Marrero Rodríguez
Decir con seguridad que tiene trabajo por los próximos dos años, con garantías que incluyen sistema de retiro, todavía lo asombra. Es un ritmo que desconocía hasta que hace tres años se integró como músico de la banda del galardonado guitarrista Carlos Santana.
Junto a la agrupación del creador de “Supernatural” (1999) y clásicos de rock como “Black Magic Woman” (1970) se presenta en el House of Blues en Las Vegas, Nevada.
“Esto es como una empresa, todo es muy organizado, se viaja en jet privado, que como músico es algo que casi nunca haces, cada persona tiene un rol, viajamos con un equipo completo de luces, ingenieros, todo un itinerario perfecto… Yo no cargo mis cosas, me las afinan, me las ponen, es una cosa impresionante”, detalló el músico vía telefónica, desde la mencionada ciudad.
“Posiblemente esté un rato aquí, por la seguridad económica que te brinda. Yo hice tres producciones con mi grupo, un devedé y lo hacía solo con mi esposa, y es bien cuesta arriba”, compartió el duro de las congas y los timbales.
En Puerto Rico, Mejías tuvo trabajo siempre, no se queja.
“Yo podía vivir de la música, pero tenía que dar clínicas, hacer conciertos, había que ser estratégico e inteligente, y me iba bien, no me iba mal, pero definitivamente con el trabajo aquí, puedes ver que puedes tener un retiro en la música en unos años”.
La experiencia con Santana, igualmente, le permitió ampliar su mundo del jazz latino y la salsa para exponerse dentro del rock.
“Hace poco hicimos una gira con Journey, con Rod Stewart, me he encontrado con Sting, he hablado con él, con montones de músicos de renombre y que admiran el trabajo que uno hace porque ya uno está adentro y ellos no acostumbran ver ese nivel de percusión en el rock”, compartió.
Ese “otro mundo” donde se mueve no ha desinflado su interés por seguir desarrollando proyectos propios en la música.
Hace un tiempo comenzó a grabar nuevos temas que ha ido presentando a través de la red social Facebook, pero que será parte de un próximo trabajo discográfico.
Lo interesante con estas nuevas canciones es que lo han motivado a cantar, dice que él que por necesidad.
“En el mundo de la música la gente te encasilla en que eres un percusionista, eres percusionista, y por ejemplo no puedes ser fotógrafo”, lamentó.
“Me gusta llenar mi espíritu de las cosas que me gustan; me gusta poder cantar, pero es más por la necesidad de poder cantar las cosas que yo escribo”.
Uno de los temas que más satisfacciones le está dejando es la salsa “El papá del nene”, una letra que escribió hace un par de años y recientemente logró grabar con su hijo Branlie Mejías Sánchez.
“Se da en ese contexto de la relación mía con él y esa cosa de cuando era chiquito y le gustaba mucho llevarle la contraria a uno, y en forma de broma escribí la canción que dice soy el papá del nene que cree que tiene más timba que yo”, detalló de la composición arreglada por Yan Carlos Artime. “El tema para nosotros fue un vacilón y a la gente le encantó”.
Para Branlie entrar en un estudio de grabación no era extraño. Tiene memorias de los tiempos en los que lo acompañaba en las tarimas y demás espacios ligados a la música siendo él un niño.
“Papi quería que fuera conguero y a mí no me gustaba, porque me dolían las manos, y me enfoqué más en los palos y empecé a tocar batería y timbales. Ya tengo 28 años y empecé a tocar percusión latina hace como seis años”, contó el egresado del Conservatorio de Música de Puerto Rico.
Otro de los temas que Mejías ha puesto sonar en las redes sociales es “Mi ritmo es candela”, que gozó del arreglo del múltiple nominado a los premios Grammy, el saxofonista puertorriqueño Miguel Zenón.
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