Por Diego Aranda
Realizar un documental biográfico de un artista que aún se mueve en diversos escenarios abre la puerta a la posibilidad de crear una obra inconclusa, con el aval de representar un homenaje en vida, como bien vale la pena hacerlo. Más aún si se trata de un humano no tan cualquiera que ha sido cantautor, político, actor, abogado, representante de una acendrada panameñidad, intelectual consumado y habitante citadino.
El sábado 8 de septiembre tuve la oportunidad, junto a varios colegas, de ser testigo de la premier para medios del documental de Abner Benaim sobre la interesante y polifacética vida de Rubén Blades. Con un lenguaje sencillo, testimonios e imágenes recogidos después de trasegar con el artista panameño durante un extenso tiempo determinado que abarcó su vida en Panamá y en Nueva York, donde se puede ubicar una parte de su gira Todos Vuelven, la producción de la serie Fear The Walking Dead, hasta las primeras fases de ensayo con la Orquesta de Roberto Delgado para las más recientes producciones y presentaciones en vivo, logra tocar al espectador en variadas emociones.
El trailer que figura en Internet es un resumen puntual de los temas que toca el largometraje que se muestra como ampliación de alta estética audiovisual y compilación afortunada de materiales de archivo, donde se muestra con autenticidad la faceta humana de un hombre profundamente panameño, lleno de experiencias gratificantes a través de las cuales ha conocido personalidades que sólo estaban, para él, en las pantallas o en los discos de su juventud en la que le resultaba improbable llegar a tener contacto alguno.
Su faceta artística, conciencia política, humor inteligente, ethos familiar, intimidad guardada con celo y las diferentes ópticas de algunos personajes que han pasado por su vida son sólo aristas desde las cuales parte el director para poner a rodar una historia de vida, con los asomos de la muerte que a cualquier humano tocan, pero tratando de mostrar por qué es de gran interés el pasar por el mundo de quien lleva el nombre Rubén Blades.
Un documental altamente recomendado para públicos múltiples, que abarcan desde el aficionado a la Salsa, el observador literario, el curioso que apenas se asoma a profundizar en artistas de talla mundial, el detractor y el fan. Para todos estos y demás públicos, este relato puede servir no sólo para entender la vida del personaje sino también para enlazar y analizar otro discurrir de la historia que aconteció y acontece a su alrededor.