Por: Omar Marrero
El pleito federal que lleva la familia Leavitt contra los integrantes de la orquesta de Sammy Marrero exige que el cantante deje de interpretar las canciones que él hizo famosas con La Selecta a menos que cumpla con el pago exigido por la familia.
“El sufrimiento de ellas (las esposas) es sumamente fuerte. Ellos están indicando que hay una infracción por derechos de autor que no entendemos por qué, porque nosotros no estamos produciendo ningún disco. Nosotros hemos solicitado una licencia de ejecución que difiere de lo que se nos está imputando en el tribunal”, dijo el trompetista Armando López Haddock, administrador de la orquesta.
De igual manera, Marrero informó que la familia Leavitt dio de baja las canciones del fenecido músico y compositor de ASCAP, agencia licenciadora de derechos de autor.
“Por esas cosas de la vida la viuda retiró las canciones de Ascap donde nosotros tenemos las licencias para las ejecuciones, lo que significa que podemos ejecutarlas hasta diciembre 31. Después de ese día no podemos cantarlas en Puerto Rico ni en Estados Unidos. En otros países, sí”, agregó López Haddock al programa televisivo LST.
El también trompetista y director musical de la orquesta, Edgard Nevárez, expresó que “resulta insólito que se pretenda atentar contra la nobleza de Sammy Marrero, quien a sus 76 años sigue cantando todas y cada una de las canciones que de su voz, musa y dádiva divina popularizó por más de 43 años de carrera”.
Recientemente, Marrero acudió a las redes sociales para solicitar ayuda económica de sus seguidores para enfrentar el proceso legal que busca impedirle que cante las canciones que lo hicieron famoso a él y a la orquesta La Selecta.
Tras la muerte del director musical en agosto de 2015, la reconocida orquesta La Selecta entró en un periodo de incertidumbre por su futuro, periodo que se definió en febrero de 2016 cuando la familia Leavitt -la viuda y sus hijos- anunció que disolvería la orquesta y que daba por concluida su existencia de 43 años.
Los músicos intentaron convencer a la viuda de lo contrario, pero al no haber acuerdo, los músicos se reorganizaron bajo el nombre de “Sammy Marrero y su Orquesta” y continuaron interpretando los viejos éxitos de La Selecta. Fue entonces cuando la familia Leavitt demandó a Marrero para que dejara de interpretar las canciones compuestas por el difunto director.
Sin embargo, Marrero levantó como defensa que interpretar los clásicos de Raphy Leavitt era perpetuar su legado, además de que interpretarlas seguía siendo su única vía de ingresos, ya que su trabajo a tiempo completo es cantar.
“El pueblo se merece disfrutar estas canciones por el intérprete original que el mismo Raphy escogió. Aunque la viuda y los hijos no lo entiendan, yo, cantando las canciones de Raphy, lo que hago es enaltecer su obra y perpetuar su legado, cosa que estoy seguro Raphy desde arriba debe estar disfrutando y agradeciendo”, afirmó Marrero.
“Quiero que mi público enfrente esta batalla conmigo y que juntos defendamos nuestro derecho a cantar, reír y llorar con las canciones que han hecho sus favoritas”, agregó al referirse a la ayuda económica que solicita.
En la propuesta original, la familia Leavitt pedía a Sammy Marrero $5,000 por cada baile en Puerto Rico y $10,000 por cada presentación fuera de Puerto Rico. Pero en la demanda inicial el reclamo bajó a $3,000 lo que Marrero y los músicos de la antigua Selecta consideraron excesivo, principalmente en la situación económica actual en la que las orquestas de salsa ya no trabajan tanto como en los años 70 y 80.
La Selecta debutó en 1971 con el disco “Payaso” y desde entonces se convirtió en una de las favoritas del público salsero. En un principio, la orquesta interpretaba exclusivamente las composiciones de Leavitt aunque con los años el director amplió su repertorio con otras composiciones.
El particular timbre de voz de Marrero y las letras románticas y de contenido social que presentaba La Selecta lograron que canciones como “Payaso”, “La cuna blanca”, “Mi barrio”, “Jíbaro soy”, “Herido”, “El buen pastor”, “El solitario” y otros se convirtieran en clásicos del género salsero.
Marrero aseguró que él y los demás miembros de la orquesta necesitan trabajar para llevar el sustento a sus hogares. Dijo que se estableció la cuenta 046-443738 del Banco Popular a nombre de SMYSO, INC., y el número 787-469-5040 de ATH Móvil para recibir ayuda económica.
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