Por: Diego Andrés Aranda Estrada

Un inolvidable concierto tuvo lugar este jueves 9 de mayo en el recinto del Teatro Universitario Camilo Torres a cargo de más de una treintena de músicos diferenciados tal vez en su formación artística pero hermanados en una sola misión: Tocar Salsa por primera vez para el público de Medellín que no conocía precedente alguno en unificar en una sola tarima los principios fundamentales de la música clásica con la cadencia variable y totalmente diferente de los ritmos afroantillanos que en sonados clásicos han forjado la historia visible de esta inmortal música. Del frac y el corbatín a la guayabera y los zapatos ye ye, bien lustrados.

Después de las 6 de la tarde se habilitó el ingreso al público que se agolpó sobre la entrada de cristal del emblemático teatro y las graderías se llenaron de salseros de todas partes de la ciudad y de estudiantes y profesorado que llegaron para asistir a un recital que modificó la forma de escuchar Salsa sin reñir con el respeto al auditorio.

El colorido escenario se encendió y se pudo vislumbrar desde todos los puntos a los protagonistas del acto. Músicos de conservatorio, academia y barrio juntos, ataviados de ropajes elegantes para vestir de etiqueta la ocasión y hacer lo que aman y mejor saben, crear sonidos para dar vida a los espacio.

Las voces omniscientes de las chicas latinas Viviana Alvarez, Mary Sánchez y "El Galán de la Salsa" Jairo Luis García se escuchaban como telón de fondo en la obertura del acto, anunciando con gran precisión los diferentes detalles de lo que se estaba viviendo y presentando de forma respetuosa e impactante. Luego, saldrían ante el respetable impactando con su elegancia y porte.

Y como de Salsa se trata, no podía haber una obertura con otro instrumento que no fuera el espiritu central de todos los ritmos, el tambor. En tiempo de guaguancó se fue abriendo paso entre la gran cantidad de instrumentos brillantes que esperaban sonar y cantar.

El Guaguancó del Adiós de Roberto Roena nunca había sonado con tal belleza en la ciudad como en ese instante. El delirio colectivo no se hizo esperar y la marcha proseguiría sin detenerse. Con lágrimas no se curan heridas.

Algunos asistentes aún buscaban silla entre los escasos espacios que había, pues el lugar ya estaba atestado y sólo quedaban unas pocas butacas.

La Salsa se tomó irremediablemente el evento. En el tercer movimiento se hizo un homenaje merecido a una leyenda local. Julio Ernesto Estrada 'Fruko' ocupó el lugar del pianista y abrió con un bello pasillo lo que desembocaría en una Salsa contundente e inmortal, El Preso, canción que rompió los protocolos respetados hasta ese momento y como por arte de magia varias parejas salieron al frente del auditorio a convertir en pista el foso del Camilo Torres. Aquí me paso los días y la noche entera.

Otro de los grandes de Latina Stereo haría su salida triunfal para presentar otra parte del concierto. Lentamente y apoyado por su bastón de mando y la fortaleza que da la música, Orlando Patiño saludó como lo hace desde hace más de 30 años, "Buenas noches mi gennnnteee"... y convirtió ese momento en otro programa más de Los Solistas de la Sonora Matancera dando paso a otra de las primeras sorpresas de la noche, el legendario cantante del Combo de las Estrellas y actual director del Combo Que Nota, Fernando González quien se haría cargo de dos boleros inmortalizados por El Decano de los Conjuntos Cubanos en brillante estilo sinfónico. Caribe soy de la tierra del amor.

No hubo un intermezzo como en los conciertos de cámara. La gente venía a gozar y el aventajado puñado de músicos y director lo sabían. Turno para las voces femeninas, simbolizadas en Celia Cruz y revividas en la voz de Claudia Escamilla que representó con altura a La Guarachera de Cuba. Un medley fue suficiente para la evocación y otra excusa más para quienes ya se habían adueñado del recinto que ya era pista de baile. ¡Azúcar!

A la ya maravillosa colección de emociones se sumaron otras más. Algunas obras que ya tenían desde su génesis en los discos originales inmensos arreglos sinfónicos, fueron traídas a escena viva. Tal fue el caso de Gracia Divina, interpretada con gran calidad por el vocalista venezolano Gustavo Gerardo y en especial, el impactante arreglo para la ocasión de Maestra Vida de Rubén Blades para el que se tomó a manera de resumen global de esa inmortal obra de dos discos, el primer corte del disco 1 y el penúltimo tema del disco 2: Prólogo y Maestra Vida, un acierto creativo total, que respetó por completo el arreglo original de la obra. Un invitado de lujo tenía que estar ahí para encarar el exigente renglón del bajo que dejó en punto alto el gran Salvador Cuevas, desde Manrique, Juan Fernando García, 'Juancito Trucupey' de Siguarajazz. Mauro Mosquera fue el encargado de la difícil misión de cantar aquella letra literaria que representa para muchos salseros un símbolo de sus vidas. Y el tiempo, mira, no se detiene ni por amor ni por dinero.

El implacable paso del tiempo hace lo suyo especialmente en los momentos felices. Otros factores adversos pueden empañar la alegría pero ninguno como la sensación de que el momento alegre está por tocar el final. Sin embargo, hay que pasar la vida Siempre Alegre y precisamente esta evocación a Raphy Leavitt y a Sammy Marrero con La Selecta hizo presencia en arreglo sinfónico en el sitio donde todo ya era posible.

Para el momento de la despedida uno de los grandes clásicos que Latina Stereo impuso hace ya décadas en el gusto del salsero de Medellín. De Niño Torrente un tema que sigue siendo motivo de dedicaciones, brindis, cierre de ojos, llenado de pistas de baile, reconciliaciones y despedidas... Compasión. ¿Qué es lo que está pasando con este amor?

Nuevamente, Latina Stereo se anota otro hit. Un fortíssimo impacto por así decirlo para la ocasión. El lleno total del teatro Camilo Torres y los favorables comentarios desde el pasillo hasta la plataforma de las redes sociales son el suficiente testimonio de quienes asistieron al primer concierto de Salsa sinfónica que de seguro abrirá puertas en insospechados puntos de la escena musical, en todos los entornos, desde el académico y teatral al popular y porqué no, al multitudinario de grandes eventos. Una nueva era para los recitales de Salsa ha comenzado.