Por Elizabeth Correa Londoño para Periódico Gente de Envigado (elizabethco@gente.com.co)

Primero desde Pontevedra, hoy desde La Magnolia y en meses desde El Poblado, la emisora sigue contagiando la pasión por la salsa a oyentes de la ciudad y del mundo. Como una bendición, al mejor estilo salsero, sonó a las 3 de la tarde del 31 de octubre de 1985 la primera canción trasmitida por Latina Stereo. San Lázaro, de Celina y Reutilio, y su “Eh, eh ekua / Babalú ayé ekua/ ... / ayúdanos en nombre de Dios” auguró el mejor presente, el que este 2015 cumple tres décadas.

En aquellos primeros años el dial debía estar en los 101.3 de la F.M. y su sede estaba ubicada por Pontevedra, en predios que ocupa actualmente el colegio Colombo Británico. Luego el dial cambió al 100.9 y se mantiene. Un número marcado en la piel de muchos oyentes y que permanece estático en cientos de radios.

Hoy, las oficinas de Latina se encuentran en el barrio La Magnolia, en una casa color curuba que parece representar lo que realmente es esta emisora: un hogar ... una familia. Un lugar en donde se siente y se transmite alegría no solo con la música, sino con su gente.

Este año, además de cumplir sus 30, Latina se va de Envigado. En septiembre u octubre, todavía no es precisa la fecha, será el trasteo para El Poblado —a dos cuadras arriba del Éxito, por la calle 10—, así que Gente les hizo la visita para celebrar y para despedirlos, como se merecen los buenos vecinos.

EN SUS VOCES

Mauricio López se vinculó a la emisora desde su inicio y hoy es el encargado del área de informática y de sistemas. Con las voces de Pamela Henríquez y Viviana Álvarez al fondo, al lado del solar y de la piscina, empezó a contar un poco de la historia de esta empresa.

“La Voz de las Estrellas fue la mamá de Latina Stereo”, dijo. “La idea les llegó a los dueños por el gusto personal por la salsa. Se dieron las cosas, se pudo adquirir el espacio en el dial, y comenzó el trabajo con una colección privada de 500 LP”, expresó. “Fue una cosa de locos”, sentenció, porque pensar en los años ochenta en una emisora que transmitiera 24 horas de pura salsa era inimaginable. “Era un momento en el que las estaciones de radio solo tocaban salsa comercial y las casas disqueras casi no se interesaban por ese género. Al llegar Latina, de la nada, sin publicidad, con una colección de LPs, fue para los salseros toda una novedad”, expresó.

Y así empezó “una familia, un núcleo, una comunidad, un grupo, una secta, una religión musical”. Al menos eso cree Jairo Luis García, quien acompaña a los oyentes desde hace 29 años y cuya voz ameniza el programa Sabor Latino. Según Jimmy Bosch — ‘el Trombón Criollo’, ‘el Rey de la Moña’—, que desfiló en marzo por los micrófonos de la emisora, la salsa “es una forma de expresión [...], una plataforma que permite que uno sienta, celebre, llore, se ría, baile, grite. Sienta todo lo que un humano puede sentir de emoción, de pasión, de dolor”. Eso también es Latina y por eso tiene seguidores en todo el mundo.

Pero García agrega que la salsa “es la música que levanta el espíritu. Le canta a la vida, a Dios, a la naturaleza, a la mujer, al amor, al abandono”. Así que lo importante es hacerla llegar a sus oyentes con voces amables, respetuosas, alegres, como las que conforman el equipo de la emisora. Su truco, contó, es la risa. “Rompimos el esquema riéndonos”, dijo. Y saludando, porque Jairo Luis es uno de los padres del famoso ‘salsaludo’. “Antes se anunciaba la música común y corriente, no habían programas creados. Edwin Vergara se ideó hacer Salsaludando, inspirado en un tema que canta Cheo Feliciano”, contó.

Al principio, los nombres señalados al azar en el directorio eran los mencionados en el programa. “Luego, como a los dos o tres días, llamaron unos muchachos de La Torre, en el Doce de Octubre, y de ellos cogimos la energía, la chispa para sacar adelante la idea”. Como Salsaludando —que se transmite los sábado de 6 a 10 p.m.—, otros programas empezaron a cultivar la devoción por los 100.9. Sabor latino, Canal salsero, Oye la charanga, Debate de soneros, Salsa al día, La hora de las Big Bands, Afronautas y Jazzismo son algunos de ellos.

Y las voces tras los micrófonos también alimentan a los seguidores. Junto a Jairo Luis trabajan las ya mencionadas Pamela (Henao) Henríquez y Viviana Álvarez, Orlando Patiño, el de ‘Una hora con los solistas de la Sonora’, Julio Restrepo, Juan Fernando ‘el Flaco’ Trujillo y Julio Ramírez. Sin olvidar al ‘Búho salsero’, Orlando Hernández, que no se escucha pero que pone su sello con la selección y cuidado de la música en la noche y la madrugada.

Julio Restrepo, el actual director de la emisora, aseguró que es el equipo de trabajo y seguir fiel a su tradición salsera lo que los ha mantenido durante todos estos años. Y, como nada cambiará con la mudanza, este continuará siendo el truco de Latina para mantener pegados a la radio a sus oyentes. Y anticipó, aunque con pocos detalles, que para celebrar este aniversario y estos cambios, el 21 de noviembre darán una sorpresa a su público salsero. “Estamos planeando algo”, dijo insinuando una sonrisa que hace pensar que será algo grande.

PARA CERRAR

Los intérpretes de la salsa visitan la emisora cada vez que vienen a la ciudad. Algunos de los que han pasado por la cabina son: Larry Harlow, Bobby Valentín, Yomo Toro, Junior González, Adalberto Santiago, Henry Fiol, Richie Ray y Bobby Cruz, Celina y Reutilio hijo, Papo Rosario, Charlie Aponte, Jerry Rivas, Rafael Ithier, Roberto Roena, Ismael Quintana, Santiago Cerón, Yolandita Rivera, Tito Allen, Luigi Texidor, Raúl Marrero, Papo Lucca, Alfredo de la Fe (su primer director artístico), Joe Quijano, Andrés Hernández, Eddie Martínez, Ismael Miranda, Marihño Paz, Diego Gale, Fruko, Oscar D’ León, Andy Montañez, Los Hermanos Lebrón, Frankie Vásquez, Meñique, Marvín Santiago, Jimmy Bosch, entre muchos otros.

OYENTES QUE VIBRAN CON LA EMISORA

Latina es una familia, dice Jairo Luis, y algunos de sus miembros son: Luz Cecilia Restrepo, ‘la vieja Chila’: vive en el barrio Santa Cruz La Rosa. ‘Lamento jíbaro’ fue la canción que la enamoró de la salsa. Si no llama a la emisora, la llaman para que salude. Carlos Restrepo, ‘bozo de leche’: trabaja en la calle 51 con la carrera 51, en “el centro del sabor”. En su puesto de venta de frutas siempre suena la radio en el dial 100.9. Luis Montoya, el de la motico roja: es “un loco buena gente”. Vive en Itagüí. Escucha Latina en todo momento y se tatuó el logo de la emisora y su dial en la espalda.

Es hora de prender la radio y que la voz de John Gress, el locutor cubano que hizo la cortinilla: “Latina Stereo, el sonido de las palmeras”, le indique que llegó al dial correcto: los 100.9. Como dicen, “salsa y cultura, hasta la sepultura”. ¡Feliz aniversario!.